Desde el conflicto con el sector más favorecido del campo hasta hace poco, bastaba con la simple difamación para desbaratar los más sesudos razonamientos que pusieran en duda la justeza del reclamo. Así se negaba el debate, lo suplantaba el brulote. Fue un modo de anular al ciudadano y dar paso al autómata que repetía el discurso de otro creyendo que era su propio pensamiento. Ahora y para festejo de los ciudadanos, comenzamos a observar que la simple diatriba ya no alcanza, hacen falta datos y argumentos igual de sesudos para confrontar. DIARIOJUNIO intenta desde su creación pero en especial desde aquel momento, ser una lucecita a favor de la discusión a fondo, de allí los informes especiales, la clasificación de noticias y notas de opinión sobre lo que consideramos temas claves para comprender este tiempo. Así, esta nota tiene como objeto confrontar conceptos de país. Domingo Cavallo, ex ministro del menemismo y la Alianza mandó a los científicos a lavar platos; redujo el presupuesto del INTA y le quitó la autarquía presupuestaria. En el periodo 1994-2002, mientras el Estado Nacional aumentó su presupuesto en un 11%, el del INTA se redujo en un 26%. Desde el 2003 a la fecha el presupuesto de ese organismo estatal de investigación, aumentó y pasó de 100 a 1.000 millones. Según pudo saber DIARIOJUNIO, se aumentaron 20 veces las inversiones en infraestructura e incorporación de personal y más de 13.000 PyMES agropecuarias son asistidas por el INTA, entre otros datos duros. Si a esto le sumáramos el regreso al país de más de 700 científicos, las diferencias entre uno y otro proyecto de país, vuelven a aparecer más que claras.
Claudio Gastaldi
El INTA perdió su autarquía en 1993, cuando el Ministerio de Economía eliminó el tributo del 1,5 % sobre las exportaciones de productos agropecuarios sin transformar, que ingresaba a una cuenta propia en el Banco de la Nación Argentina. Desde entonces, la disponibilidad de fondos quedó sujeta a las posibilidades y restricciones operativas del Tesoro Nacional. En el periodo 1994-2002, mientras el Estado Nacional aumentó su presupuesto en un 11%, incluyendo las erogaciones para Ciencia y Técnica, el presupuesto del INTA se redujo en un 26%.
El presidente de la institución, Carlos Casamiquela, dijo “para la Argentina, es buen negocio invertir en el INTA. Por cada peso que se invierte en la institución, el país puede generar un resultado económico que multiplica largamente esa inversión hecha por el Estado”.
Claro que esto es así si pensamos un país que apuesta a la producción y la industria, es decir al trabajo. Para un país que extranjeriza su economía, que acentúa su perfil de servicios y que privilegia la inversión financiera, los científicos tranquilamente se pueden dedicar a lavar platos. El INTA, INTI y CONICET, entre otros institutos de la ciencia y la técnica están de más en un país manejado por control remoto como se ufanaba Menem.
De la información solicita por este diario al INTA, se desprende que, desde el 2003 hay más de 13.000 pymes agropecuarias asistidas por el INTA ; 22.100 familias reciben el asesoramiento del proyecto Agricultura Familiar ; Desde esa fecha hay 620.000 huertas autogestionadas que alimentan a 3,5 millones de personas ; 683 son los convenios interinstitucionales nacionales y 190 los internacionales y más de 150 convenios de vinculación tecnológicas vigentes, con empresas, para investigar, transferir tecnología y asistir a nivel técnico.
Casamiquela, agregó además en cuanto a los distintos proyectos que se impulsan que, “algunos tienen impacto económico muy fuerte y otros tienen impacto local, pero son igualmente importantes. Avanzar sobre los procesos de desertificación en Patagonia puede ser tan importante como sacar una nueva variedad de maíz para la región pampeana”.
EL VALOR DE LA CIENCIA Y LA TÉCNICA
“Hoy –destacó el presidente– el INTA está involucrado con la problemática forestal, la alimentación de los sectores más vulnerables, en el desarrollo del proceso agroindustrial y, además, comienza a incorporar concepciones tecnológicas distintas, como el trabajo sobre cambio climático y bioenergía”.
En este sentido, el presidente destacó que el trabajo institucional se dirige, a fin de cuentas, a la sociedad en general, en diversos sentidos que parten de lo tecnológico, atraviesan el sector agroindustrial y alcanzan cuestiones como la seguridad alimentaria y la formación.
“Desde el INTA se investigaron productos contra el dengue, la recreación de un modelo biológico para obtener leche con mayores características nutritivas para la población en general. El impacto, en términos de productos, se extiende para todos lados. Pero también hay un accionar, que es histórico en el INTA, de fuerte vinculación con toda la sociedad en su conjunto. Estoy hablando de procesos educativos y de transferencia, la vinculación con las escuelas primarias y secundarias, de enseñanza agropecuaria o tradicional, las reuniones de ‘tranqueras abiertas’ que se realizan en todo el país, donde la gente visita las estaciones experimentales… Aunque seguramente se pueda fortificar, me parece que hay un buen vínculo entre el INTA y la sociedad en su conjunto”.
PRESUPUESTO
Ante la pregunta sobre cuál es la situación actual del presupuesto, comparándolo con el de décadas anteriores, el presidente del INTA explicó que “el presupuesto ha tenido dos cuestiones a destacar. Desde 2003 a esta parte, el presupuesto aumentó un 660%. Estoy hablando de masas globales: de unos cien millones de pesos en 2002 a mil millones, en números redondos, en 2009/10”.
“Esto genera un impacto dentro de la institución e inevitablemente se detecta porque se genera mayor inversión: la inversión del INTA en los últimos siete años es 20 veces más respecto de la inversión del período 1995-2002. Entonces, los impactos son doblemente importantes: hay una masa presupuestaria más grande y hay una asignación presupuestaria para recuperar espacios perdidos de inversiones institucionales en equipamiento e infraestructura”.
Así, el funcionario acentuó que “estas son decisiones del gobierno vinculadas a decisiones políticas. Cuando en alguna época se quería privatizar el INTA, hoy le estamos poniendo seis veces su presupuesto. Cuando en una época se pensaba que la extensión debía estar separada, hoy creemos que la gran fortaleza institucional es trabajar con investigación y extensión y todo el proceso de desarrollo que esto involucra. Y hubo, en cuanto a los recursos humanos, dos efectos muy importantes. El primero, que en este mismo período que estamos considerando se ha duplicado su planta de personal”.
Al respecto, Casamiquela profundizó: “Hoy el INTA tiene 3.500 profesionales de los cuales un poco más del 60% tiene alguna capacitación de posgrado, ya sea maestría o doctorado. Y esto se ha hecho también con recursos que permitieron pagar esos programas de estudios”.
CONCLUCIÓN
Ayer publicamos un informe en el que dábamos cuenta que en este período la industria de la madera tuvo un crecimiento impactante y que la cantidad de aserraderos crecieron un 100 % en Concordia y la zona durante esta década.
Antes, en otro informe y comparando décadas, contábamos que la suma de emprendimientos comerciales, industriales y de servicios en la década del 90 tuvo suma 0, o sea, se produjo la misma cantidad de aperturas que de cierres. En cambio, del 2000 al 2010 incluyendo los fatídicos años 2000/01/02, y faltado aún varios meses para el final de década, la relación es de 10 a 3, o sea, abrieron 10 emprendimientos y cerraron 3.
Por más opositor a todo que se sea, es imposible desconocer esta realidad, enojarse con los números o acusar a este diario por destacarlos, no hacerlo conociéndolos, implicaría faltar a nuestra principal razón de ser ,que es informar, no ocultar, ni esconder como hacen otros para que su discurso anti gobierno cierre.
Cuando ofrecíamos cifras de organismos públicos y privados (como la Bolsa de Cereales), donde se mostraba un crecimiento incesante en las cosechas de trigo, maíz, soja, etc, la idea era que nuestros lectores tuvieran acceso a lo que estaba ocurriendo en la realidad.
No era poco si consideramos que el discurso al que accedía el hombre común era el de la tele que difundía (sin confrontarlas con la verdad) las palabras del titular de FAA, Alfredo De Angelis o las de Hugo Biolcati, Sociedad Rural, quienes sostenían que con las actuales políticas de gobierno se estaba matando al campo, al agricultor…
El conjunto de estos y otros informes explican porque ha bajado la desocupación, la pobreza y la indigencia en Concordia, en la zona y en el país.
Nuestros lectores deben recordar además, los varios informes periodísticos sobre el trabajo en negro en especial en el sector agrario, donde llega al 70 %.
Nunca sostuvimos que se acabaron los problemas, ni que los pobres hayan dejado de existir, ni que ya está todo hecho, al contrario nuestra intención es apuntar los avances e ir señalando con marcadores lo que falta, que es mucho, quien lo duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario