Almará es dueño de una de las radios más escuchadas de Paraná ¿qué me dice?
La soez entrevista de Rubén Almará a una chica de 15 años y la supuesta escandalización del público, nos interpela como audiencias, como público de medios y en especial como ciudadanos. Almará conduce uno de los programas más escuchados de la ciudad capital y es dueño de una de las radios de mayor audiencia. Almará no es la primera vez que salta a la fama por algún hecho brutal, y cada vez que hizo o dijo algo grosero que alcanzó repercusión (porque groserías dice a cada instante) fue blanco de críticas, como ahora, pero lo siguen escuchando ¿ Quiénes lo siguen escuchando ?, una altísima porción de la sociedad paranaense, de modo que el problema no es Almará sino un público más dispuesto a escuchar y ver este tipo de realities, difamaciones al por mayor, brulotes, inventos y mentiras, campañas contra cualquiera al que no queremos o le tenemos bronca, que piense diferente, aprietes mediáticos. ¿ cuántos Almará hay en Concordia, brutos o un poco más ilustrados… cuantos… y a cuántos de esos escucha Ud.? Es triste tener que reconocerlo pero hay escuchas que, por la razón que sea festejan esas porquerías ¿con que fin alguien puede alegrarse de que destripen a otro sin darle la posibilidad que se defienda ?. Odio rencor y difamaciones con autorización social, eso es lo grave. Interpelarnos ¿porque razón buena parte de la sociedad prefiere la porquería a la calidad?. Que cosa hemos hecho tan mal los periodistas para que las audiencias no distingan entre información y truchada, o entre el debate de ideas y los odios y envidias disfrazadas de humor y/o periodismo. Periodistas y medios opositores utilizan este caso para cargar contra el gobierno como si esta estirpe impresentable perteneciera solo al oficialismo, por lo mismo no es comprensible que quienes ven con simpatía este proceso callen u oculten este tipo de prácticas.